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Hola chicos, aunque voy a trabajar también con mi página web de www.elalmanegra.neositios.com voy a probar a publicar aquí los capítulos de mi historia. Gracias por visitar mi web.

QUE LA LUZ DE KIA OS ILUMINE Y LAS ALAS DE KAI OS GUARDEN :)

martes, 24 de enero de 2012

Cap.8

Hacía unos días que había llegado a sus oídos una noticia que la había dejado un tanto confusa. Por lo menos debía ser la última en haberse enterado. No sabía cómo reaccionaría ella misma o los demás al verla, pero tenía que intentarlo para averiguar que lo que se divulgaba entre los animales de la noche no era otra sucia mentira. Tenía que verlo con sus propios ojos. La idea de estar allí de nuevo no le hacía mucha gracia; quizá ya no tenía la esperanza de ser recibida después de marcharse de esa manera. Sólo leer el rechazo en sus ojos hacía que entristeciera aún más, pero  ya había pasado demasiado tiempo vagando en la soledad de la  noche. 
Afortunadamente, Hades, que había escapado para acompañarla en su huída, era el más fiel amigo con el que contaba en esos momentos. El gran lobo gris de ojos azules como el cielo había demostrado ser el mejor remedio para su desesperación. Decidida, se colocó la capucha de su capa oscura y emprendió la ruta de camino a "casa" bajo la atenta mirada de las estrellas. 


Alguien tocó al llamador de la puerta, produciendo un sonido retumbante en el interior de la casa. Como era de esperar, afuera no se sentía la actividad burbujeante de la muchedumbre. Todos dieron un respingo en sus asientos, sorprendiéndose y preguntándose quién diablos podía ser a esas  horas. Dragon se dispuso a incorporarse para ir a abrir la puerta, atravesó el amplio salón y recorriendo el pasillo. No se esperaba lo que estaba a punto de ver. La puerta produjo un leve chirrido al abrirse. 
__Hola, Dragon...cuánto tiempo sin verte, quizá algún mes.
Estaba claro que no sabía qué decir ahora que estaba allí. Se quitó la capucha y alzó el rostro a las luces de ojo de buey  del recibidor. 
__No puede ser...
Dragon parpadeó varias veces para asegurarse de que no fuera una ilusión.
La abrazó con fuerza, verificando que era ella realmente, que no se iba a vaporizar.
Richard fue a ver qué ocurría y sonrió sardónicamente.
__Vaya...pero si es la hija pródiga.
Ella desvió la mirada hacia otro lado, irritada.
__Déjala en paz. Eres bienvenida a casa, Eli.
Se la llevó al salón y algunos se quedaron sorprendidos y otros indiferentes.
Pero Draco corrió a su  encuentro y se fundieron en un sincero abrazo, reconfortados de estar juntos de nuevo, sin rencores. Los demás la saludaron finalmente con un movimiento de cabeza,  excepto Nocturna, que le dirigió una sonrisa torcida. Elisée la odiaba y ella lo sabía. Estaba agotada y tenía los ojos enrojecidos por el llanto. Draco iba a acompañarla a su habitación para que se cambiara de ropa y descansara cuando al pie de la escalera un joven clavaba la mirada en Elisée, desconocida aún para él. 
__¿Quién eres? 
__Me llamo Dylon y digamos que soy el novato. 
__Yo soy Elisée. 
__Nocturna lo  trajo una noche.__intervino Draco_Supongo que tendrá algo pensado para él.
Dylon se retiró de la escalera y se quedó mirando a la recién llegada mientras subía con su novio. 


Habían pasado ya dos semanas desde que lo  vio por última vez y además sus padres estaban muy preocupados. Kuni paseaba por las calles recordando cada momento con su mejor amigo. ¿Qué le podría haber pasado para no dejar ni rastro? Podrían haberle secuestrado después del concierto, o quizá le habían atracado de camino a casa, dejándole malherido... Apartó esos pensamientos al instante. Mientras miraba las pancartas que sus padres habían colocado en cada rincón de la ciudad Kuni tenía la esperanza de encontrarlo sano y salvo. Oh, por Kia, cuánto le echaba de menos. Se culpaba a sí misma por no haberle acompañado hasta su casa. 
Su móvil vibró indicando que acababa de recibir un sms. Era de Ilion...¡decía que sabía dónde se encontraba su amigo y que estaba vivo! Pensó en llamarlo en ese preciso momento. Al cabo de tres pitidos escuchó su voz.
__¿Kuni?
__Sí, soy yo.__dijo con los nervios a flor de piel__¿Cómo es que sabes dónde está Dylon? 
__Le he visto y te garantizo que por el momento no corre peligro. 
__¿Qué? ¿Cómo que por el momento?
__Sólo puedo adelantarte eso, no puedo darte más detalles ahora mismo, pero confía en mí. 
__Ilion, por favor, necesito verle con mis propios ojos.
Se produjo un largo e incómodo silencio.
__Kuni, ¿puedes quedar mañana por la noche?
__Sí. ¿Dónde nos vemos?
__Alrededor de las diez y media en Ralleck.
__Vale.
__Entonces hasta mañana. Adiós.
Tras decir esto colgó, como si tuviera miedo de ser descubierto.
No tenía más remedio que creer en su palabra, aunque se tratase de un hijo de Kai.  de Kai. Al  menos la idea de volver a ver a su amigo la fortalecía. Desde el ventanal de su habitación la lluvia se veía caer perfectamente. El cielo no estaba excesivamente oscuro a pesar de estar nublado. El sol insistía en sol. Rezó a Kia para que Dylon pudiera volver a casa y sus padres se sintieran al fin aliviados. 


Era noche cerrada y aún no había cesado de llover, lo que venía como anillo al dedo a Nocturna para poner a prueba las  facultades de su nuevo "pupilo". El joven podía ver en la oscuridad mejor de lo que esperaba, sus ojos brillaban como si de un gato se tratase. Percibía el más mínimo murmullo a través de los incesantes chapoteos el agua al entrar en contacto con los charcos que se formaban o al chocar con estrépito con la tierra mojada. Todos sus sentidos se habían desarrollado. Su olfato le permitía distinguir un vampiro de un humano, se adaptaba al olor de la sangre; podía saber si quien se acercaba era un hombre o una mujer sin tener que verlo, reconocía una presencia a mayor distancia que cuando era humano,etc. 
Estaban en el Monte Dorado, Nocturna iba a continuar instruyéndole en el arte de la caza. La primera hora de la madrugada trajo un paulatino silencio, pues las nubes  comenzaban a dejar de llorar cascadas. Dylon, guiado únicamente por sus instintos, debía localizar a su presa camuflado por la espesa niebla. Nocturna se había quedado en un punto en concreto, Richard cronometraría y el resto acudiría pasivamente al espectáculo. Leo se hizo un pequeño corte en el antebrazo para que la sangre que brotaba estimulara y a la vez desconcertara al  neófito. Dylon marchó entusiasmado, como un niño que sabe que si hace los deberes recibirá una recompensa. Al cabo de quince minutos regresó al lugar de partida con una mujer rubia sobre el hombro. Estaba desmayada y Dylon bebió su sangre de buena gana, como si fuese su trofeo. Sus pupilas se dilataron a causa de la excitación que le embargaba. La mujer suspiraba a pesar de su ensoñamiento y Dylon escuchó los últimos latidos de su corazón en su pulso marchito. Cuando hubo bebido toda la sangre, dejó el cuerpo inerte sobre la hierba húmeda y sonrió con cierta crueldad. Todos aplaudieron mostrando sus felicitaciones. Los murciélagos acudieron a darle la bienvenida como a un miembro más y volaban en círculos alrededor de él. 
A continuación, con su magia potenciada incineró el cuerpo sin un ápice de vida de su primera víctima. Aunque no tenían por costumbre regresar a la mansión después de la medianoche, fueron a descansar un  poco del intenso entrenamiento, ya finalizado. Cuando sintió la comodidad de la cama bajo su cuerpo agotado, el protagonista de la noche se quedó dormido. Ahora sentía que su deseo era mayor. Se acordaba vagamente de su vida anterior, pero le llamaba la atención la conexión que se formaba en su mente entre lo que los vampiros llamaban "Lightness" y cierta joven que le resultaba raramente familiar. Deseaba verla, beber su sangre para saber si era tan deliciosa como decían que debía ser. Además de beber su sangre hasta límites insospechados necesitaba poseerla en cuerpo y alma. Intentaba imaginarse cómo podía ser la chica y la simple idea de tocar su cuerpo desnudo mientras sus colmillos penetraban su suave piel hacía que todo su cuerpo reaccionara. Cada vez se hacía más insoportable no tener ocasión de buscarla. Era como una obsesión. Un día se llegó a imaginar a esa chica sin nombre y rostro concreto suplicando por su vida; él la besaba con intensidad, produciendo una oleada de calor entre ambos, ella le abrazaba y se dejaba llevar mientras Dylon ponía en práctica todos los juegos que le apetecían. Quería hacer realidad ese sueño, hacerla disfrutar del beso de vampiro. 


El sol salía después de ser retenido por la luna. Dylon despertó con muy poca gana, pero renovado de la adrenalina derrochada la noche anterior. Bajó al salón y todos tenían una cara de sueño que le resultó  graciosa. Cuando les dijo "buenos días" lo que recibió como saludo fueron bostezos y palabras ininteligibles. Después de mirar si tenía algún sms o llamada en su llamada en su móvil lo dejó por descuido encima de la mesa. Dylon lo miró irse a la cocina y, movido por la curiosidad, cogió el móvil.
Miró en la carpeta de mensajes recibidos y vio uno de Kuni que decía: No lo olvides, quedamos a las 22:30 en el bosque. 
En sus labios se dibujó una sonrisa traviesa y se guardó el móvil de Ilion en su bolsillo. Subió a su habitación y se quedó allí encerrado un rato. Antes adoraba quedarse tumbado bajo el césped recién cortado sintiendo los rayos del sol  en sus poros, cosa que recordaría de no ser por  su nueva condición de hijo de Kai. Ahora no podía salir de casa sin ponerse en la piel la crema especial que preparaba Nocturna
(olía a jazmín y era de color verde pálido). Aún no había mostrado mucho interés por tener una compañera vampira; Nocturna era una mujer joven y bella, pero no estaba al alcance de nadie (ni vampiro ni humano) y Eliseé ya tenía pareja desde hacía años... No, no necesitaba una relación así, pensaba. Lo único que quería era tener frente a sí a esa joven de cabello rosa. Que su corazón hubiese dejado de latir no quería decir que su cuerpo no reaccionara físicamente al imaginarla. Su cuerpo tembló, su espalda se arqueó un poco y sus colmillos se alargaron hasta más no poder, produciendo un dolor agudo junto con el picor en las encías rojas. Se tiró en la cama y, para intentar serenarse, enterró la cara en los cojines de terciopelo granate rellenos de plumas. 


Tonelius quiso hacer una visita a los padres de Dylon después del desayuno. Se solidarizó mucho con ellos, les ofreció su apoyo incondicional, como era de esperar después de años de amistad. Tonelius había comunicado la desaparición de Dylon a la Comunidad de Magos de Lunarett (la encargada de regular y establecer las actividades de los magos, de su educación, de sancionarlos si fuese menester, creaban normas y  procuraban que fueran cumplidas,etc.), de la cual formaba parte. 
Llamó al timbre de la casa y se oyó una voz precediendo unos pasos precipitados hacia la puerta. 
__¡Un momento, por favor!
Era la inconfundible voz de Liria, la madre de Dylon, que abrió la puerta con mano temblorosa y unas lágrimas mal disimuladas. La pobre mujer estaba pasando por un momento terrible y se sintió sinceramente reconfortada al reconocer al director de la escuela. Se abrazaron y amablemente le invitó a que se sentara en la sala de estar. 
__Tonelius, toma asiento, por favor. ¿Quieres que te prepare un café o  un té...?
__Muchas gracias, Liria pero no te molestes. He venido para saber cómo os va y si había alguna novedad en la investigación.
__Pues mi marido ha salido hace poco hacia la comisaría_tenía la voz y las manos un poco temblorosas_. Vino la policía, como ya sabrás, con una orden de registro y no encontraron nada que les sirviera de pista. Nos hicieron preguntas sobre nuestra relación con nuestro Dylon, sobre sus amistades, su vida escolar... y nosotros contestamos a todas con sinceridad. Inspeccionaron las zonas que transitaba mi hijo normalmente y las zonas cercanas a la casa. Ayer llamaron por la tarde diciendo que..._hizo una pausa y tragó  saliva_que habían descubierto gotas de sangre en el tronco de un árbol del bosque Ralleck. 
__Por Kia...
__Dicen que necesitan más pruebas y necesitan que Simon y yo nos hagamos un análisis de sangre para determinar que se trata del mismo grupo sanguíneo (los hijos que nacían magos solían tener el mismo grupo sanguíneo que sus progenitores). Por la diosa... espero que no sean compatibles...Si se trata de mi hijo...
Su voz se rasgó y acabó en un sollozo. Tonelius se sentó a su lado y la abrazó para servirle de consuelo. 
__¿Kuni cómo está? Esa chiquilla era...es la mejor amiga de Dylon y gracias a su testimonio sabemos algo de los últimos minutos que estuvo con él. 
__Pues está desconsolada y se culpa constantemente por lo sucedido. Apenas tiene ganas de comer y sé que no duerme bien por las noches. Además, ya apenas se esfuerza por hacer deberes o estudiar.
__Pobrecilla... Aún recuerdo cuando apenas con siete años iban juntos a jugar al parque. Sé que tu hija hacía que se sintiese mejor, porque era un niño tímido y le costaba hacer amigos. 
Tras una larga charla Tonelius tuvo que despedirse. 
__Por favor, hacedme saber cualquier cosa que pase y si necesitáis algo no dudéis en contar conmigo. 
__Por supuesto. Muchas gracias por todo.


Kuni estaba en la cocina ayudando a Anita a cortar el pescado porque necesitaba de su alegre compañía para distraerse un poco después de lo de... Sin embargo, no conseguía hacer nada a derechas. Su padre llegó y les relató la conversación con Liria mientras Kuni permanecía cabizbaja pensando <<¿Debería contar lo que sé?>>
Hizo ademán de querer decir algo, pero volvió a cerrar la boca y se apartó un mechón de la cara, dubitativa. La comida fue incómoda, llena de un vacío silencio que ni padre ni hija se atrevían a romper. Kuni ni siquiera recogió su parte. Tal cual terminó su ración (la mitad del plato) se fue a las escaleras para ir a la torre y evadirse. Se sentó en la cama con la espalda apoyada en la pared y con los brazos rodeando sus piernas. Cerró los párpados luchando contra las lágrimas y le vino a la mente algo que todavía no había intentado. Llevada por una llama de esperanza, corrió hacia el alfeizar de la ventana y cuando distinguió el sol tras unas nubes blancas y efímeras, alargó la mano hacia él como para acariciarlo sin éxito. 
__Oh, diosa madre, dame una señal. Te ruego que me digas algo sobre mi amigo que me ayude a comprender qué está pasando.  
Poco a poco, el sol se dejó ver  en todo su esplendor y dirigió a Kuni su brillo dorado. A medida que la luz se hacía más intensa, la imagen de la divinidad se mostraba más nítida: largos y lacios cabellos castaños ondeando al viento, ojos amarillos grandes y luminosos, estilizada figura, juvenil rostro, piel bronceada.
Era su manera de decirle que escuchaba su plegaria y Kuni podía mirar directamente la bola de fuego porque no le dañaba la vista. 
>>Querida Kuni, no me gusta verte triste, pero todas las cosas ocurren por una razón  han de ocurrir por mucho que los humanos se esfuercen en cambiar su destino. <<
__Tú que eres diosa sabia y poderosa, ayúdame a recuperar a Dylon para que todo sea como era antes. 
>>Mi joven Lightness, todo será desvelado esta noche.<<
Tras pronunciar estas palabras, la voz del sol desapareció. 


La hora llegaba y Dragon iba a salir por la puerta cuando algo lo retuvo. Nocturna lo agarró con férrea mano e hizo que se diera la vuelta.
__¿Dónde se supone que vas?
__Es de noche, haré lo que suelo hacer.
__Si pretendes ver a esa maga no te lo permitiré. Te acercas demasiado a ella.
__Yo puedo hacer lo que quiera y cuando quiera.
__Eso ya lo veremos._le lanzó una mirada desafiante.
 Posó su mano en la frente del joven y recitó para sí un conjuro que hizo que se apoderara de Dragon un profundo sopor. Se tambaleó y Nocturna tuvo que cargar con él por las escaleras para dejarlo en su habitación. El resto simplemente creería que estaba descansando, aunque no fuese algo muy propio de él. Iban a  volver al monte, donde un grupo de universitarios de segundo año estaba dándose un baño en la laguna  y jugaba a la pelota (chicos contra chicas). Había cuatro chicos y tres chicas. Dylon dijo que prefería ir por su cuenta. Los cinco vampiros se acercaron fingiendo que eran un grupo de amigos que paseaban por allí de noche. Las chicas levantaron la vista hacia ellos y rieron por lo bajo. Los chicos se quejaron  porque sus compañeras solo estaban pendientes de los recién llegados. Richard y cía ya se estaban repartiendo mentalmente a las víctimas, pero sus gustos les hacían inclinarse más hacia la sangre femenina, aunque una cena era una cena.
__Si no hay más remedio tendré que beber la sangre de algún tío._admitió Robert a regañadientes mientras los otros cuatro se mofaban.
Como solo había tres chicas Jeremi también se sacrificó. 
__Un momento, sementales. A uno de esos hombres jovencitos lo quiero yo._Hizo notar Nocturna. 
__Draco y yo podemos compartir a otro._dijo Elisée mirando a su novio.
Richard y su séquito miraron a las chicas y la boca se les hacía agua, pues encima llevaban un bikini que dejaba poco a la imaginación. 
__Están para mojar pan._se decían entre ellos. 
__Buenas noches señoritas. El agua debe estar muy fría, ¿no preferiríais salir y coger algo de calor?
Ellas se olvidaron de sus amigos y estos se quedaron mirándolas estupefactos.
__Entonces me podrías dar calor tú, guapo._dijo una de ellas a Leo.
Las tres cayeron en el encantador hechizo de seducción. 
__¡Pero bueno! Se supone que hemos quedado para divertirnos, todos juntos.Los vampiros hambrientos las llevaron a un lugar apartado. Los amigos aún en el agua sufrieron un repentino ataque. Tras saciar la sed carnal y de sangre, incineraron los cuerpos, algunos demacrados. 



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