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Hola chicos, aunque voy a trabajar también con mi página web de www.elalmanegra.neositios.com voy a probar a publicar aquí los capítulos de mi historia. Gracias por visitar mi web.

QUE LA LUZ DE KIA OS ILUMINE Y LAS ALAS DE KAI OS GUARDEN :)

sábado, 21 de abril de 2012

Cap.9

La verdad era que Kuni no sabía con exactitud en qué zona del bosque había sido citada. Ilion se sabía seguro cada rincón pero Kuni era capaz de desorientarse. Ya eran las diez y media pero no tenía ni idea de por dónde empezar  a buscarle. El aleteo cercano de una lechuza gris hizo que diera un respingo y la humedad del lugar se le metía hasta en las células sanguíneas. Se había vestido solo con una camisa azulada de media manga y unos pantalones vaqueros por la rodilla. Cuanto más se internaba en Ralleck  más incómoda se sentía y la niebla no ayudaba nada. Se le erizó el vello de los brazos. Se giró y en la infinita oscuridad brillaron un par de ojos azules. "Al fin", pensó. Corrió hacia él sonriendo internamente pero en seguida paró en seco. No podía creer lo que veían sus ojos. Cerró los ojos y después volvió a mirar. <<No puede ser...es...>>  Dejó a un lado sus miedos y corrió con más ímpetu todavía. Se abrazaron fuertemente y por la espina dorsal de Kuni subió un escalofrío. Sin embargo, sonrió. 
__Dylon, no me puedo creer que estés bien, después de tanto tiempo dar señales de vida._dijo con ganas de llorar.
__Te he echado mucho de menos.
__Pero, ¿qué te ha pasado? No tienes muy buen aspecto._sin embargo percibió que su porte era más imponente y su cuerpo más atlético.
__¿Tú crees? Pues yo me siento divinamente.
Kuni se quedó perdida en esos ojos que tan extraños le resultaban en él.
__Dylon, tus ojos parecen distintos. Te noto algo raro.
Quizá fuese el aura de Kai lo que advertía, pero no podía asegurarlo. Se olvidó por completo de que supuestamente era  con Ilion con quien había quedado.
__Dylon , ¿fuiste secuestrado? No entiendo nada.
__Kuni lo único que tienes que saber es que estoy bien y que nadie debe  saber que estoy vivo. No preguntes por qué pero es mejor como están las cosas ahora.
__Pero tus padres están preocupados por ti. ¿No volverás a verlos nunca? ¿No quieres graduarte en las escuela?
__Digamos que todo eso pertenece ya al pasado. 
Nunca había visto que su amigo hablara con semejante indiferencia.
__Es que te he echado tanto de menos. Llegué a pensar que nunca más te vería..._su voz quedó limitada a sollozos inevitables.
__Kuni..._le acarició la mejilla para retirar sus lágrimas pero por algún motivo tenía miedo.
Levantó la mirada y se sintió nerviosa de tenerlo tan cerca. Tenía la sensación de que se había vuelto más fuerte, más alto, más guapo. Todo ello le hacía parecer tan pequeña a su lado. Y esos ojos de misterioso centelleo...Dylon tomó el rostro de ella entre sus manos y se acercó progresivamente a sus labios. Ella estaba tan perdida en sus encantos. Respiraba con cierta dificultad, como si estuviera conteniendo alguna parte de su ser y le acarició el cabello rosado. Tras unos segundos de tensión entre ambos, se decidió a besarla por primera vez,  dejándola sorprendida a la vez que camelada.
Dylon bajó la boca por su cuello y despertó sentidos de Kuni que no habían sido desvelados. Sentir que ella respiraba temblorosamente hacía que aumentara su excitación. No quiso reprimir el deseo creciente y deslizó las manos por debajo de su camisa, tocando su femenina y esbelta figura. Una desconocida pasión se desbordaba y su cuerpo pedía más. 
__Te necesito, Kuni_sus colmillos clamaban hundirse en el cuello de la Lightness y se alargaron como llamando la atención del neovampiro. 
Kuni no se había percatado de ello hasta que la luna del dios oscuro lanzó hacia él sus rayos pálidos. Su primera reacción fue alejarse pero sus piernas no le respondían. Horrorizada y hechizada, se dejó besar por el que dudaba que siguiera siendo su mejor amigo. Dylon se deshizo de su camisa al tiempo que le quitaba a ella la suya. La miraba con una intensidad y una curiosidad que se sintió desnuda de cuerpo y de alma, una pequeña y frágil humana. Perdiendo su propia razón, le besó desesperadamente,  como queriendo mostrarle el deseo que se había apoderado de ambos. La luna los contemplaba a ambos y cuando una nube cruzó frente a ella, parecía que esbozara una sonrisa mal disimulada.  Kuni luchaba en su interior por apoderarse del control de sus actos. 
__Dylon...si quieres beber de mi sangre, hazlo.
<<¡Por Kia! ¿Qué estoy diciendo?>>
Ante esto, Dylon sonrió complacido.
__No sabes lo que me alegra oír eso.
<<¡Ni que hubiera aceptado  casarme con él!>>
Kuni quedó paralizada frente al joven vampiro imponente.  El deseo se hacía cada vez más rápido con su mente hasta el punto de que realmente quiso ser mordida. Dylon apretó su cuerpo contra el de ella y exploró su cuerpo con dedos inexpertos pero inquietos. Lo que antaño fue una bonita amistad estaba a punto de convertirse en algo más  esa misma noche. La mordió, pero ya no sintió el dolor agudo de la primera ocasión. Hubiera preferido que fuese más delicado con ella como lo fue Dragon/ Ilion, pero supuso que al ser aún novato sólo tenía en cuenta su propia satisfacción.
Dylon halló la sangre de Kuni incomparable a cualquier otra, tanto por su dulzura como su aroma. El fuego en su interior parecía querer revivir su ya muerto corazón. En cambio, el corazón de Kuni latía con la fuerza propia de la juventud, tales eran sus casi dieciocho primaveras. 
El llamado beso de vampiro la dejó exhausta.

Al despertar, Kuni sintió el sol sobre los párpados, como una madre que despierta a su hijo zarandeándolo con cuidado. Intentó levantarse pero se mareaba, así que se arrebujó aún más entre las sábanas. Tenía  pinchazos insistentes en el cuello como si un pájaro carpintero quisiera perforarla. Había tenido el sueño más extraño de su vida, no sólo porque encontraba a su preciado amigo, sino porque él y ella se besaban. No lograba recordar nada a partir de su salida de casa.
Cuando fue a lavarse la cara al cuarto de baño y se miró en el espejo su rostro estaba mortalmente pálido y debajo de la mandíbula distinguió algo inesperado. Sin embargo, sus sospechas se confirmaron. En el lado  opuesto a donde Ilion la había mordido había dos pequeños agujeros. <<No puede ser... otra marca.>> ¿Quién había reclamado su cuello esta vez?
Recordaba que había quedado con Ilion por la noche, pero no encontraba el recuerdo de haberle visto. Lo único que podía sacar de su cabeza era el sueño con Dylon. Al recordar las caricias de sus manos gélidas también se acordó de la camisa...la misma camisa que llevaba puesta ahora.
<<No me fastides...no fue sólo un sueño...>> Se sentó en el suelo de mármol del cuarto de baño, intentando recomponerse.

Aunque había salido el sol no tenía ganas de dormir, no después de lo que le había sucedido horas antes. Se aseguró de que ella aún respiraba y una parte de él se quedó aliviada al no ver a Kuni sin vida. Se había desmayado por las intensas emociones antes de que a él le diera tiempo de poseerla por fin, por tanto, había depositado su cuerpo en la cama con la magia, ya que él no podía entrar ya a la escuela. Todavía podía sentir el sabor especial de su sangre, que fortalecía sus músculos y huesos. A veces, un tanto austado, pensaba que podría haberla matado. Su ser se debatía entre la decisión de haberla dejado vivir o haber bebido su sangre hasta el final. No quería compartirla con nadie. Si alguien tenía derecho a quedarse con ella era él, quien la conocía desde la infancia. No había podido llevar el placer al límite, como añoraba. Pensó de nuevo en su cuerpo... ni siquiera había podido ver su cuerpo desnudo. Sin duda, los demás vampiros varones se habrían burlado de él por no "terminar la faena" en todos los sentidos. El deseo volvía a despertar dolorosamente en su interior. Kuni era tan dulce en tantos aspectos... Eso le dio a entender que los sentimientos que había tenido por ella en su vida anterior no habían desaparecido y esto le sorprendió, pues ahora carecía de alma humana.

Los primeros rayos de Kia también habían despertado a Dragon de un sueño involuntario. Algo así sólo podía haberlo hecho Nocturna, la vampiresa favorita de la luna. Rabiaba al verse como un títere a merced de esa bruja.  Era importante para él haber salido la pasada noche porque había quedado con Kuni. La imaginaba esperándolo, inquieta, sola en la noche. Su móvil estaba en la mesilla de noche; miró la hora y eran las nueve menos cuarto de la mañana. En cualquier momento las nubes serían más numerosas. Quizá podía salir a la calle sin necesidad de ponerse el ungüento especial en su piel. Pegado a la pared tenía su diván blanco, donde se recostó, pensativo. Entretanto, Nocturna estaba en el sótano intentando realizar un complejo hechizo cuando su concentración se vio mermada por el  crujido de la puerta. El humo dejó un repugnante olor a carne quemada y  saturó el ambiente del lugar al mezclarse con la humedad. Pretendía hacer desaparecer las cenizas de los muertos en la laguna. Para ello, depositaba las cenizas en un cuenco con  un poco de aceite de olor a lavanda, se hacía un leve corte en la mano con una daga de filo plateado y, tras verter unas pocas gotas de ésta,  pronunciaba las palabras oportunas. Para finalizar, cogió con precaución la "lanza blanca" y  lo pasó por el cuenco como si de un mortero se tratase. La lanza blanca era un poderoso arma anti-vampiros utilizado por las Lightness durante generaciones y concentraba algunas dosis de luz de unicornio y fuego de Kia: letal y eficaz para atravesar los corazones de los vampiros. 
___Dragon...¿no ves que estoy ocupada?__dijo con voz tajante.
___No vuelvas a usar tu asquerosa magia conmigo. No soy una maldita pieza en tu retorcido juego. 
<<Eso es lo que tú crees>> quería decir Nocturna.
___¿Es esa forma de agradecer que te diera un hogar cuando te sentías solo y perdido?
___No necesito tu "generosidad" ni tu "hospitalidad". Ahora que veo cómo eres en realidad, me doy cuenta de que eres peor que un veneno.
___Ja, ja,ja...__se carcajeó__Di lo que quieras. Estabas mejor dormido.
Dragon se la quedó mirando esforzándose para exteriorizar todo el asco que sentía. 
___Ya tengo otro "as  en la manga" que me ayude con el tema de la Lightness  y se le puede sacar más partido que a ti.
___Veo que careces tanto de alma como de sentido común.
___¿Cómo osas...?
___Puede que te salga el tiro por la culata si él sigue sintiendo algo por ella.
Con estas palabras, Dragon se retiró. Esta última frase había hecho mella en ella y quizá estuviese en  lo cierto; era algo que ella no había tenido en cuenta. Debía despertar el deseo de sangre de Dylon, su lujuria, para que no quedara espacio para el amor.  Una vez en la planta baja, Dragon sonrió complacido de saber que por una vez era él quien ganaba. 


Kuni quiso ir al cementerio y caminó hasta estar frente a la puerta con barrotes negros acabados en punta. Cruzó por delante de panteones y tumbas ovaladas sobre la hierba  perfectamente cuidada. A pesar de ser domingo, allí no había nadie, ni  siquiera en la capilla del fondo. El cielo tenía de nuevo ese aspecto entristecedor. Al recordar a la madre que nunca conoció sintió que una lágrima caía de sus ojos rosas. 
Buscó en los panteones de las sacerdotisas de Kia el nombre de su madre, Tiara. Al hallarlo por fin, se sintió decepcionada. Sólo aparecía su nombre y apellido sobre la fecha de nacimiento y fallecimiento. Ningún epitafio, ninguna frase, tan sólo un sol dorado tallado en el mármol. Por la fecha de su defunción dedujo que tendría unos 22 años cuando murió. Muerte, morir. Estas palabras le pesaban como una lápida. 
___Ojalá te hubiera conocido. No quiero creer que era tu destino pasar por todo aquello__de nuevo sintió ganas de llorar__.No te preocupes, te vengaré.

Agradeció profundamente la soledad del lugar ese día. Salió del panteón para sentarse en la hierba y mirar al horizonte.  El viento levantó unas motas de polvo que se incrustaron en sus ojos. Se giró pero al levantarse chocó con algo: un cuerpo de 1'70 m se posicionaba imponente frente a ella. Desorientada, temió mirar hacia arriba. Su vista se topó con unos ojos brillantes como zafiros. 
___Mirad, chicos, nos hemos topado con la gallinita de los huevos de oro.
Aparecieron como  formas espectrales cuatro jóvenes más. Kuni se hizo la ingenua.
___¿Quiénes sois? ¿Qué queréis?
___Oh...qué carita tienes. ¿Has estado llorando, preciosa?__dijo Robert en una sonrisa que tenía poco de amable.
Richard avanzaba y ella retrocedía, pero los otros cuatro le cerraron el paso. Por todos los poros de sus miserables cuerpos emanaban malicia. Se teletransportó  al interior de la capilla cerrada para idear un plan durante los escasos minutos que tenía antes de que la encontraran. Pensar en ellos le hizo acordarse de Dylon, que ahora vampiro, también iría a darle caza. No debía dejarse abatir ahora. Pensó que sería buena idea invocar al fuego y hacer un dragón, puesto que los vampiros por lo general odiaban a los dragones y en especial, su fuego. Se volvió a materializar fuera y comprobó que no estaban ahí. Listo el dragón de fuego, lo hizo que caminara tras ella como un animal domesticado. Los vio reunidos no muy lejos. Desde donde estaba les lanzó saetas llameantes. Una de ella rozó el hombro desnudo de Leo, que gritó y  la miró con furia mientras se tapaba la  herida. 
___¡Maldita seas, bruja!
Richard se volvió hacia ella y escupió en el suelo.
___¡Acabaremos contigo, zorrilla!
Recorrieron la distancia que los separaba en milésimas de segundo, pero no pudieron tocarla porque el dragón se hizo visible y los amenazaba con sus grandes fauces. Rugió y el suelo tembló como si se rindiera ante un verdadero dragón de Kia. Se quedaron atónitos y saltaron a los árboles cercanos. Kuni se habría reído al ver sus caras espantadas si no fuera por la gravedad de la situación. Resultaba cómica la manera en la que habían saltado tan rápidamente. El dragón estaba preparado para fulminarlos en un segundo con su llamarada. Kuni habría llegado a creer que iba a derrotarlos si no hubiese sido porque un rayo potente descendió del cielo y destrozó el dragón, y con él, las esperanzas de Kuni. Sin duda, el dios de alas de murciélago había tomado parte en la batalla, cosa que Kia no podía hacer porque el cielo nublado pertenecía a Kai. 
___¡Noooooo! Mi dragón...
Los cinco, renovando energías, bajaron al suelo.
___¿Dónde está tu diosa ahora?__dijeron burlándose.
Kuni quiso gritarles y se abalanzó sobre ellos con una bola de rayos solares que dio de lleno en los ojos de Robert. El grito que profirió casi la dejó sorda. El ánimo de Richard se colmó con una ira intensa. Fue él quien se lanzó sobre ella y la acorraló contra un árbol. Su esfuerzo por zafarse de él fue inútil. Los demás se marcharon con rapidez, una retirada que Richard no había ordenado. De todos modos,él estaba demasiado ocupado con Kuni como para darse cuenta de ello. Abrió la boca pensando en desgarrar su yugular y acabar con ella. Kuni vio en los ojos del vampiro su propia muerte. 
___¡Richard! ¡Ya está bien!__una nueva voz se hizo presente. 
Kuni miró por encima del hombro de su atacante y se sorprendió al ver a Dylon.
___ Déjame que yo me encargue de la Lightness__dijo Dylon como un feroz animal.
<<¿Sabe que soy una Lightness?>> se alarmó.  Pero luego pensó que era obvio, sus instintos de neo-vampiro se lo habían dicho. 
___Ni hablar, búscate otra garganta que destrozar.
Kuni tenía la frente perlada de gotas de sudor. Richard la agarró por el cuello y la levantó del suelo. Ella empezó a dar bocanadas poniéndose nerviosa. Él apretó aún más la mano alrededor del cuello, pero ella se resistía dando patadas como podía. Las uñas de Richard se clavaban en su piel hasta que unas pocas gotas de sangre cayeron al suelo. Sabía muy bien que con un leve movimiento de muñeca y con su extremada fuerza podía acabar con su vida. Una sombra veloz derrumbó a su agresor. Kuni cayó con brusquedad al suelo, se torció el tobillo y se hizo daño en un costado. Richard le propinó a Dylon un puñetazo en la cara; éste escupió un pequeño hilo de sangre y se limpió el labio inferior. Kuni, aunque malherida, aprovechó la ocasión: cuando iba a teletransportarse su cuerpo parpadeó, como si fuera un televisor haciendo interferencias. A duras penas conseguía llenar sus pulmones de oxígeno. Richard, más enfurecido que antes, hizo que una descarga eléctrica escapara de su cuerpo hacia el cuerpo de su oponente. Richard terminó por escupir a los pies de Dylon y se fue como una furia, después de lanzar un juramento y algún que otro "maldito, cabrón".  
Kuni sentía que los oídos le pitaban y estaba mareada, aún tirada en el  suelo, enroscada como un armadillo. Kuni pudo darse cuenta de que, a pesar de ser vampiro, Dylon conservaba sus poderes y los manejaba como nunca. Él se arrodilló a su lado y le dijo algo al oído que a ella le llegaba muy lejano. 
<<Ya ha pasado, pequeña hija de Kia>> dijo con cierta dulzura. 
El viento removía su pelo castaño y esos ojos azul cielo querían mostrarle el  paraíso. Apenas sintió los brazos de él que la alzaban, sujetándola con firmeza. 
La llevaba como si fuera una reliquia digna de protección, como un tesoro merecido tras un largo combate. 
<< Te sacaré de aquí. Creo que te llevaré al Rosa Magna porque me parece un lugar agradable, aunque no sabría explicar muy bien por qué. 
Hizo que ambos se teletransportaran debajo de un árbol de corteza gruesa y se sentó en una raíz que se extendía larga sobre la tierra. Desde esa posición podrían ver la fuente, que lanzaba chorros de agua a modo de fuegos artificiales. La sostuvo sobre sus piernas e hizo que apoyara la cabeza sobre su pecho. Las nubes se disipaban con lentitud y él las contempló con cierto ánimo. 
__Dylon..._dijo con esfuerzo. Evitó cruzar su mirada con esos ojos desconocidos.
Él bajó la vista y le dirigió una amplia sonrisa, como antaño. 
__Me mordiste aquella noche..._se ruborizó al recordarlo sin poder evitarlo_ y, además de ser ahora un vampiro, sabes lo que soy en realidad. 
El pánico la recorría con cada palabra que pronunciaba. Dyon se dio cuenta de lo que quería decir y dejó que ella se levantara y retrocediera, más triste que asustada. Sin embargo, él avanzó hacia ella con serenidad. Haberla tenido cerca, sentir su piel, su mirada, hacía que sus sentidos se agudizaran. 
__Sé que ya no soy el que era. Ahora soy más fuerte y poderoso, además tu sangre...
__¡Noooo! No sigas, por favor. Ya no sé quién eres. Sólo puedo adivinar qué quieres.
__Sabes lo que siento por ti.  Quédate conmigo.
__Si sigues con esto algún día tendré que matarte. Aléjate de mí todo lo que puedas porque te garantizo que cuando complete mis poderes de Lightness seré imparable. No lo dudes.

Se alejó de su presencia y con las fuerzas que le quedaban se fue sin volver la vista atrás, confiando en que no iría tras ella.