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Hola chicos, aunque voy a trabajar también con mi página web de www.elalmanegra.neositios.com voy a probar a publicar aquí los capítulos de mi historia. Gracias por visitar mi web.

QUE LA LUZ DE KIA OS ILUMINE Y LAS ALAS DE KAI OS GUARDEN :)

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Cap. 4

Cuando Kuni volvió en sí ya había amanecido. Al abrir los ojos la luz del sol la reconfortó profundamente. Pestañeó varias veces, escuchando las voces que sentía desde algún rincón de su cabeza, golpeando sus oídos como martillos. Se dio cuenta de que aún se encontraba en la Plaza. Intentó incorporarse del banco de mármol, pero se mareaba. Por mucho que quisiera, no lograba recordar lo que había ocurrido la noche del baile. Su memoria no llegaba a más a partir de la despedida de Dylon. Unas chicas la habían zarandeado, preocupadas, pero al ver que recuperaba la consciencia se relajaron un poco.
__Oye, estabas tirada en el suelo, desmayada. ¿Te encuentras bien? ¿Recuerdas que ocurrió?
__Mmm...Sí...estoy bien, creo, pero no estoy segura de lo que pasó ayer.
__¿Necesitas que te llevemos al hospital, a tu casa...?
__No, pero gracias de todos modos. Mi casa está cerca, podré ir andando.

Las tres chicas que la habían socorrido se miraron incrédulas, así que se ofrecieron a acompañarla. La ayudaron a levantarse incorporándola cuidadosamente ya que tenían la impresión de que la cabeza le daba vueltas a pesar de lo que dijera.
Por el camino, le comentaron que ellas también habían estado en el baile y vieron cómo unos  jóvenes se llevaban consigo al chico que yacía junto a ella, exánime.
Cuando llegaron, Kuni educadamente les volvió a dar las gracias. Tonelius, al verla entrar, lo primero que hizo fue abrazarla y después la reprendió por haberse tirado prácticamente toda la noche de juerga, sin ni siquiera llamar por teléfono para asegurarse de que estaba bien. Sin duda, había estado muy preocupado.
Ella le explicó que se había desmayado sin razón aparente y no  había recobrado el conocimiento hasta minutos antes de llegar a casa. Sin embargo, dijo también, había sido una noche inolvidable porque había bailado con su mejor amigo. Su padre le alborotó el pelo diciendo: "ayyy...no tienes remedio, brujita". Ella sonrió por el comentario.
Cuando entró en la cocina para prepararse un vaso de café con leche, Anita la saludó y la abrazó con sumo cariño.
__Ayyyy, Kuni. Qué bien que estés bien. Nos dimos un buen susto cuando vimos que  no volvías y no respondías al móbil.
__Tranquila, mujer. Únicamente me dio un mareo de buenas a primeras.
Estuvo recordando lo bien que lo había pasado con su mejor amigo. No es que tuviera mucha idea de bailar, pero estar con Dylon  la había salvado de ser un desastre total.  Suspiró sin darse cuenta al rememorar con algo de fluidez cómo él sostenía su mano y la hacía girar con suavidad.

Dragon estaba recostado en el diván aterciopelado que tenía en su habitación. Aún sentía pequeñas pero incesantes punzadas en la sien.
Nocturna, tal y como pudo percibir, entraba como una sombra y se detuvo frente a él, mirándolo con fijeza y cruzando los brazos en una  actitud que estaba lejos de ser relajada.
__¿Qué quieres?_preguntó ásperamente.
__La encontraste, ¿verdad? ¿Ya sabes quién es?
__No estoy seguro_respondió cansado_. Hoy el día está nublado.
Se quitó la mano de la frente y salió de allí, incapaz de sostener la mirada inquisitiva de Nocturna. Sabía con perfecta certeza que la torre Terelix se había construído con ayuda de la esencia de Kia, pero esta era una oportunidad para ir antes de que las nubes se retiraran. Ya era lunes, ya faltaba poco para que los estudiantes volvieran a su escuela, entonces sería más difícil buscar lo que anhelaba desesperadamente.

La mente de Kuni permanecía aún confusa pero de una vez por todas necesitaba averiguar su verdadera identidad, su pasado. Estaba decidida. Fue al despacho de su padre sin perder un minuto. Se llevó una decepción cuando escudriñó la estancia y vio que allí no había nadie. Se sintió, por un momento, frustrada.
Salió por la puerta principal y se adentró en el bosque. Lo recorrió hasta llegar a su final, donde había un acantilado. Se sentó en una de las múltiples, resbaladizas y rugosas rocas. Oyó de pronto unas risas que venían de lejos y se enderezó como un resorte. Procuró no perder el equilibrio para no perecer en una caída de más de siete metros. Las voces se aproximaban. Corrió bajo un árbol frondoso y se acurrucó entre sus  gruesas raíces, esperando ver fuese lo que fuese que estaba riendo. Como si se hubiesen puesto de acuerdo, las voces cesaron al unísono. Salió de su escondite y así ver si volvía a estar sola. Sin llegar a imaginarlo siquiera, saltaron desde las copas de los árboles cinco muchachos  que la rodearon y le cortaron el paso. Sonreían de una manera que le produjo de todo menos confianza. Estaba claro que iban a hacerle algo y ella no estaba dispuesta a quedarse a esperar. Tres de ellos tenían el pelo rubio y los otros dos,
casi negro. Podría decirse que le sonaba haberlos visto en alguna ocasión, pero no podría afirmarlo con seguridad porque no podia centrarse.  Quería irse de allí y que la dejaran en paz sin tener que emplear la fuerza, pero ellos no estaban por la labor.
__Mirad lo que se ha dejado caer por aquí._dijo uno de ellos.
__Sí, quién nos lo iba a decir.
 Kuni, a  pesar de las advertencias tuvo que recurrir a los hechizos, como los de las bolas de fuego. Sin embargo, sus intentos no surtían efecto porque se movían a una rapidez vertiginosa. Todos eran altos, fuertes y tenían unos movimientos demasiado ágiles para tratarse de chicos normales. Un chico rubio con las puntas del pelo hacia arriba la retuvo por el brazo y la mantuvo acorralada contra el  árbol más cercano. Su mano, de una fuerza férrea, estaba tan endiabladamente congelada. Tembló de miedo y de frío también. No le salía voz ni para pedir auxilio.  
El chico parecía muy seguro de sí mismo y satisfecho con lo que hacía, le lamió el cuello, cada vez más extasiado. Cuando ya no tenía esperanzas de que pudiera salvarse de fuese lo que fuese que le pretendían hacer, una potente voz tronó: "BASTA". El portador de esa voz salió de detrás de un árbol como si se tratara de una sombra. Con los ojos empañados, Kuni pudo ver que se trataba ni más ni menos que de Ilion, quien miraba mortíferamente a los atacantes. Avanzó hacia ellos con paso sereno pero crucial. El tipo que retenía a Kuni la soltó de pronto, dejándola caer de rodillas. 
_Dragon, nos chafas la fiesta._dijo uno de ellos. 
_Dejadla en paz si no queréis que os mate aquí mismo.

Intentaron rebelarse ante esto pero Ilion sacó del interior de su chaqueta una pistola plateada de calibre 50 y apuntó sin perder el pulso. Sin otra opción que largarse de allí, los cinco se marcharon jurando vengarse de él: "Esto no quedará así", parecían pensar. Kuni miró a su alrededor y se asustó de nuevo al encontrar la misma mirada en los ojos de Ilion. Se incorporó y su cabello rosa flotó en el viento fresco. Quiso darle las gracias, pero él, anticipándose a sus movimientos, la volvió a acorralar, aunque esta vez de manera diferente. La miraba como si estuviera conteniendo algún tipo de  sentimiento y le recorrió el cuello hacia abajo mientras pronunciaba estas palabras tras un largo suspiro: "Estás metida hasta el cuello". Kuni frunció el ceño sin comprender el significado de esto. Ilion se separó de ella y se marchó por dónde quizá había aparecido, pensando: " No me cabe duda".
Kuni creía que su corazón se le iba a salir del pecho de lo fuerte que latía. Definitivamente ese chico la dejaba sin respiración. Al menos Ilion no parecía enfadado con ella, todo lo contrario, cuando menos esperaba encontrarlo aparecía él y la defendía. Corriendo hacia la escuela se cruzó con Dylon y se sintió más reconfortada. Se apresuró a abrazarlo pronunciando su nombre a gritos de alegría. 
_Vaya, Kuni, qué feliz te veo. 
_Claro porque te he visto.
_Oye, me contaron que te desmayaste en el baile. 
_Ahh...tranquilo, sólo fue un mareo de nada.

Dylon continuaba preocupado de todos modos. Se despidieron y Kuni siguió dándole vueltas a la cabeza con lo ocurrido. <<Me pregunto de qué conocen esos tíos a Ilion.>>  Súbitamente recordó la ficha que Dylon le había dado sobre la familia nueva. Era posible que formasen parte de la misma extraña familia. A la mente de Kuni asomó una arriesgada idea: introducirse en la casa de los Lune para averiguar todo lo que pudiera de ellos. Bajo ningún concepto debía dejarse ver porque se exponía a armar un escándalo, que a su padre le diera un ataque...
Ya se había olvidado de todas las preguntas que quería hacerle a Tonelius.
Cuando ya todos estaban durmiendo en Tereli, se preparó para teletransportarse a la calle de Ilion. Comprobó que efectivamente no había nadie alrededor. Se hizo invisible y recorrió habitación por habitación. La decoración del interior de la casa era muy elegante pero aún así seguía pareciendo fría,  carente de vida. En toda la casa sólo encontró un espejo. De momento no había encontrado nada más fuera de lo normal. Encontró una puerta con una media luna pintada. Se atrevió a abrirla y bajar al sótano por una escalera férrea algo oxidada. Tras un pequeño pasillo tuvo que abrir otra puerta, de color negro, con un crujido peliagudo. 
Como todo estaba muy oscuro tuvo que invocar a una chispa de luz, lo que no creía era que hubieran decenas de murciélagos colgados del techo, que con esa luz repentina revoloteaban nerviosos.  En el otro extremo había un pequeño altar lleno de siniestros artilugios, incluso en la pared un esqueleto encadenado... ¡Por Kia! ¿Qué clase de cosas harían aquí? Parecía como si se oficiaran todo tipo de ritos satánicos, como cuando se veían las sectas de las películas sacricando animales y demás. En la larga mesa descansaba un viejo y grueso libro; lo abrió pero no fue capaz de descifrar su contenido, pues estaba escrito en una lengua muy arcaica, pero estaba claro que era de hechicería.   Encontró una carpeta roja muy desgastada que guardaba fichas personales con foto incluida. Sólo había chicas más o menos de su edad.  En todas se resaltaba con tinta roja en la parte superior: ELIMINADA. Les dio la vuelta a las páginas y casi dejó escapar un grito cuando vio escrito en cada hoja: "se encargará Draco", en otra " se encargará Richard", etc. ¿ Y si todos usaban una tapadera? pero para tapar ¿qué?  Nada parecía tener sentido. ¿ Y si se trataba de una banda de asesinos en serie? Retrocedió con las piernas temblorosas y escapó de ese lugar con malas energías. En la casa no tenían un solo álbum de fotos. Entró en una habitación y reconoció la ropa de Ilion tirada en la cama; esa tenía que ser su habitación. Con más curiosidad que temor entró y vio en su mesilla de noche una máscara plateada. Fue un milagro que recordara por fin la noche del eclipse, cuando ese desconocido la sacó a bailar y... ¡ usaba esa misma máscara! Pensó entonces que la leyenda era cierta, que la esencia de Kia poseía el cuerpo de una joven. Supuso también que entonces Kai debería haber poseído el cuerpo de Ilion. <<¡Por eso tenía el  vago recuerdo de un beso!>> Después ya no recordaba nada más debido al demayo. Pero lo que no entendía era por qué, habiendo tantos jóvenes esa noche, tuvieron que ser Ilion y ella. No podía tratarse de una casualidad. Se marchó de la casa, nerviosa por si volvían sus propietarios. 
Ya era de día y no había podido dormir apenas durante la noche. Cuando encendió la radio escuchó que en el monte Ralleck se había producido un asesinato durante la noche, unos caminantes habían descubierto a una chica desangrada de 25 a 30 años. Había una marca en su cuello, señales de forcejeo y  violación. Su intuición se disparó y los primeros sospechosos que se le ocurrió fueron los Lune. Su respiración se tornó agitada; no estaba segura pero cabía la posibilidad de que a esa mujer la hubieran matado vampiros. A pesar de que la gente los consideraba como una mera leyenda, Kuni creía que éstas suelen tener una base de realidad.  Corrió hacia la biblioteca y buscó algo referente a estos sujetos en la sección oscura. Afortunadamente, encontró un tomo escrito en el año 1710 por Laira Velandia: "Los hijos de Kai". Sopló la fina capa de polvo que lo cubría y se lo llevó consigo.  
El libro comenzaba de la siguiente manera:
>> El miedo es una de las fuerzas más poderosas que mueve a las personas a actuar de manera correcta o de la forma más rastrera existente. La mítica figura del vampiro ocupa un lugar central en las leyendas de Lunarett. Se dice que, al igual que su ancestral creador, el dios Kai, se alimentan de sangre humana y son incapaces de tomar alimentos humanos, pierden su alma al ser convertidos, no proyectan sombras en el suelo; desprecian los olores fuertes, como los de las flores silvestres; son muy fuertes y rápidos, pero se debilitan bajo la luz del sol, poseen largos y afilados caninos, su piel es muy pálida y fría, algunos tienen poder sobre criaturas nocturnas y pueden transformarse en grandes murciélagos, pueden confundirse con la niebla, los que recibieron el veneno directamente del murciélago portador pueden ser capaces de convertir a otros humanos en vampiros. Difieren en que una vez fueron mortales hijos de Kia y luego permanecen en un estado de no-muertos.
Los vampiros además son seres con gran sexualidad: primero suelen seducir a la víctima y después se alimentan de ella. Los colmillos les permiten abarcar con la boca la superficie lacerada, facilitándoles la succión de la sangre sin tener que apartar los labios. Personas normales que repudiarían esta fantasía, desconocen el placer del llamado "beso del vampiro". El momento es una mezcla de temor a la muerte y una excitación que apenas se puede contener. A la víctima sólo le queda entregarse totalmente a este ladrón de vida, no hay resistencia posible. << 
A Kuni se le hizo un nudo en el estómago; con todas estas referencias, ¿quién estaba a salvo de un vampiro? No estaba segura de si contar todas sus dudas a la policía o por el contrario, preguntarle a Ilion.


Nocturna estaba sentada en el sofá del salón, bastante irritada; había hecho llamar a Richard, Leo, Jeremi, Chris y Robert: el grupito de los cinco rebeldes. Entraron de uno en uno, temiendo una reprimenda como si fueran niños de cinco años. Se colocaron alrededor de ella y esperaron a que empezase a hablar. Se levantó y les dirigió una mirada fulminante, colérica y a la vez calculadora. 
__Nosotros no somos de los que van dejando pistas por ahí. Se ha aireado mucho la noticia de la chica del bosque  y supuse que vosotros teníais algo que ver. Sois tan temperamentales..._dijo casi con asco.
__Reconozco que yo los incité, pero no pensé que se nos fuera tanto de las manos como para olvidar "ese detalle"_respondió Richard, que actuaba como portavoz del grupo.
__Espero que no hubiese testigos. Sin embargo, eso no quita que ahora no dejen de investigar el caso.
__Lo lamentamos mucho, nos merecemos cualquier castigo que nos impongas.


Dicho esto, echó a andar para que la siguieran hasta su habitación. Abrió su armario ropero, que escondía un pasadizo. Estaba oscuro, olía a una mezcla entre putrefacción y humedad. Llegaron a una pequeña estancia vacía con alguna que otra telaraña. Pretendía encerrarlos allí una semana. Apenas había aire, que aún así estaba impregnado de un cierto olor a hierba mojada. Había en un extremo una pequeña ventana por la que entraban los rayos solares  todas las mañanas. Los encadenó a la fría pared por las muñecas, diciendo: "Espero que aprendáis  la lección de una vez." 
Era miércoles por la tarde y Kuni se encontraba muy aburrida. Echaba de menos a Dylon...muchísimo. Sospechaba en lo más hondo de su corazón que ardería si no lo veía pronto. Cogió su ordenador portátil y lo encendió para ver si su amigo le había dejado algún correo electrónico, pero no fue así. 
Se conectó a Internet como les había explicado el profesor a través de un hechizo y estuvo hablando un poco con unos compañeros de clase. Utilizaban un programa de la página web de la escuela llamado "Columbae". Estuvo un rato esperando hasta que en una esquina de la pantalla apareció un dibujito de un sol diciendo que Dylon ya estaba conectado. Se despidió de los demás y habló únicamente con él. Charlaron de las noticias del asesinato, de lo que hacían durante las fiestas, de lo despacio que pasaba el tiempo... Entre ellos nunca se ocultaban nada, y como no quería sentirse culpable le contó las dudas que tenía sobre los Lune. Pensó que la tomaría por una entrometida o por una loca pero ¡se ofreció a ayudarla con lo que quisiera! Sin saber muy bien por qué recordó cuando tenían ambos trece años y jugaban a tirarse agua en el río durante el verano. Se empaparon y tuvieron que quitarse la ropa  para que se secara, pero sin que volverse en ningún momento. Estaban apoyados el uno en la espalda del otro, algo incómodos. De pronto, ella le dijo para romper el silencio: "Dylon, nunca te separes de mí, por favor" , a lo que él respondió:" No podría aunque quisiera". Ella se emocionó, se volvió un poco hacia él y lo abrazó. Aayyy...esos benditos recuerdos que aún se alojaban en su memoria. Intentó bajar a la cocina sin que se le escapara una risita. Su esfuerzo fue en vano porque allí la pilló Anita, que se la quedó mirando, divertida. Cuando hubieron terminado de cenar su padre y ella, las limpiadoras, Misora y Nikera, se fueron a sus respectivos dormitorios. 
__Papá...ahora que estamos solos quería preguntarte..._no sabía cómo terminar la frase.
__¿El qué brujita?
__Pues...quiero saber mi origen, quiénes eran mis padres biológicos. Es que como siempre buscas excusas para no contármelo...
__Ahora ya es muy tarde para charlas, tienes que ir a dormir.
__No quiero. Venga, cuéntamelo sin escabullirte.
__¿De verdad lo quieres saber?
El modo en  que lo preguntó le hizo pensárselo dos veces, pero al final asintió.
__Está bien. Tarde o temprano lo tendrías que saber.


Empezó a relatar:>>Cuando tenías más o menos un año, llamó desesperadamente a la puerta de esta escuela una  mujer joven de cabello largo cobrizo y de fascinantes ojos fucsias. Decía que estábais en peligro porque  alguien iba tras vosotras: unos vampiros os seguían la pista desde hacía tiempo. Era una sacerdotisa del templo de Kia, me contó lo que le había sucedido cuando se quedó dormida una noche en el bosque de Ralleck. La diosa Kia se le había aparecido en sueños, diciendo que la había elegido para  que fuera quien trajera al mundo a su hija Lightness. Le dijo que te pusiera el nombre de Kuni, que significa "salvación", y que cuando fueras a cumplir un año te entregara a mí, pues esta escuela era segura para ti, aunque  él enemigo fuera astuto. La diosa le prometió que cuidaría de ti. 
Dicho esto, se le acercó un unicornio y, como según la antigua tradición, posó suavemente su cuerno sobre el vientre de Tiara_así se llamaba tu madre_. Me dijo que ni  estaba casada ni prometida y que se había tirado casi todo un año buscando refugio aquí y allá; no podía quedarse dos semanas seguidas en una misma casa puesto que los vampiros acudían allí con rapidez. Le sugerí muchas veces que permaneciera aquí también, pero se negaba porque no quería causar problemas, decía. La gran sacerdotisa la acogió de nuevo, después de dejarte aquí, pero meses después denunció su desaparición, para luego descubrir que había sido asesinada. Su cuerpo había sido arrojado al mar. 
<< Lo sentí mucho por ella, porque se notaba que te quería, aunque quizá en el fondo se sintió feliz porque pudo realizar su misión y dejarte a salvo. 
Corrió hacia la puerta y huyó hasta internarse en lo más profundo de Ralleck, llorando por haber perdido toda esperanza de conocer a sus padres biológicos; de pequeña se sentía mal pensando que sus padres la habían abandonado porque no la querían. Las ramas de  los árboles le arañaban los brazos y las lágrimas no le permitían ver bien el camino, pero sólo quería correr y correr, a donde fuera que hubiese una escapatoria.  Debería asimilar muchas duras verdades: su madre fue asesinada por vampiros, ella una hija de Kia, una ¡Lightness! <<¿Por qué me ocurre esto?>> Sin embargo, si meditaba bien los hechos, siempre tuvo  mayor habilidad con la magia que el resto, sentía una especie de nostalgia, si se le podía llamar así, cuando miraba el sol, se compenetraba muy bien con las energías a su alrededor. Según la leyenda, las hijas de Kia, al cumplir la mayoría de edad, se volvían inmortales, invulnerables, y debían encargarse de proteger a los humanos de sus enemigos ancestrales. Tenía que averiguar si había alguna Lightness más en Lunarett y si los vampiros andaban cerca. Era como si ahora tuviera que librar de nuevo la batalla de los dioses. Se sentó bajo el cobijo de un árbol y miró la luna creciente. Podía ser que ahora que conocía su identidad, su vida cambiaría pero para mal. Ya no vería las cosas del mismo modo, según ella. Ahora resultaba que era una semidiosa desde que nació; los humanos las veneraban y admiraban pero también las temían, pues se encontraban por encima de los magos más poderosos. La nariz se le había enrojecido por el llanto y aún tenía las manos un poco temblorosas. Ahora entendía por qué la diosa había poseído su cuerpo y no en el de otra chica cualquiera.  Sintió rabia al recordar a la chica del bosque, desangrada, y juró encontrar a los culpables y hacer justicia. Se acordó también de su querido amigo. ¿Qué pensaría de ella si le contara esto? ¿que estaba loca o simplemente la ignoraría hasta el resto de sus días? Si tenía la cabeza llena de preocupaciones en esos instantes, esta posibilidad la desconsolaba. Se sintió sola, como un mero instrumento para destruir a los hijos de Kai. Se decía que cada Lightness tenía designado un vampiro, o a la inversa. Pues bien, debía encontrarlo y descubrir dónde se escondía el resto antes de que acabasen con su vida. Le sobrevino el terror de la carga que habían echado sobre sus hombros. ¿Cómo debía actuar ahora? No quería que la tratasen con favoritismos ni que la mirasen como a un bicho raro, pero tampoco se hacía a la idea de hacerle daño a alguien, por muy vampiro que fuera. Ya emergía el sol de entre las montañas grisáceas. Esperó a que pasasen las horas dando un paseo descalza por la orilla del mar; le encantaba la brisa matutina con un leve olor a sal. Los primeros rayos del sol la acompañaban, sintiendo la calidez del cielo, que estaba despejado y parecía sonreírle cándidamente. 




2 comentarios:

  1. Este es el capítulo 4 de Moonight, cuya trama tengo que continuar. Gracias a todos por leerlo ^^

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  2. Por cierto, para saber de qué va la historia y leer los capitulos anteriores tenéis que meteros en mi otra página web, citada arriba.

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