Bienvenidos a mi nuevo blog

Hola chicos, aunque voy a trabajar también con mi página web de www.elalmanegra.neositios.com voy a probar a publicar aquí los capítulos de mi historia. Gracias por visitar mi web.

QUE LA LUZ DE KIA OS ILUMINE Y LAS ALAS DE KAI OS GUARDEN :)

lunes, 28 de noviembre de 2011

Cap.5

Elisée  estaba acurrucada bajo un árbol del jardín, con la mirada puesta en ninguna parte y jugueteando con el colgante que Draco le regaló para el baile, una cadena plateada de la que pendía una cruz gótica. A ella le parecía el detalle más bonito que le había hecho y se lo agradecía de todo corazón. Aunque de vez en cuando le gustaba "provocar" a otros chicos con sus encantos, sólo era un juego, pues le resultaba gracioso ver cómo se contenían. Draco siempre había sido su único y verdadero amor. Nocturna dejó claro desde un principio que no quería nada serio ni con Richard ni con el resto. Según ella, no le llegaban ni a la suela de los zapatos. Al menos se quedaban con la satisfacción de que Draco en su momento también fue rechazado por ella, hasta que conoció a Elisée. Draco conocía el carácter de Nocturna y los cinco no le caían nada bien, por eso se llevaba genial con Dragon. 
Sin embargo, Elisée estaba preocupada porque notaba a su novio muy reservado y distante con ella, cosa que nunca había hecho, no había secretos entre ellos, o al menos eso creía.  Se preguntaba si era por algo que había dicho o hecho, o si simplemente necesitaba su espacio para estar solo; no había comentado nada con ella. Sentía que cada día que pasaba perdía una parte más de él.  
Lunes de nuevo; empezaban los decisivos y  últimos meses. Se había convocado al profesorado y al alumnado en el salón de actos a las 10 de la mañana. Tonelius leyó un breve discurso de bienvenida para los tres alumnos que habían llegado nuevos, les enseñó cómo eran las aulas, la biblioteca, los laboratorios y les entregó a cada  uno sus respectivos horarios de clase. El chico nuevo en la clase de Kuni era Luis Kyrio, alto, de pelo  corto moreno y grandes ojos marrones. A ojos de Kuni tenía pinta de ser estudioso, aunque le interesaba más si era amable y respetuoso. Su hermana Sophie tenía el cabello largo y rojizo y los ojos marrón oscuro; su otra hermana, Susire, tenía el pelo corto de color negro y ojos marrones verdosos. 
Kuni vio de nuevo  a Dylon y lo abrazó, sintiéndose muy feliz cuando él correspondió a su abrazo de buena gana. Muchos de sus compañeros estaban con "la depre" porque querían continuar con la fiesta, otros estaban ya hartos y preferían volver a la rutina. Marina le dirigió una sonrisa a Kuni, y quizá también a Dylon, de una manera altiva y rivalizante, pero tropezó con la pata de una silla y todos se rieron cuando se le cayeron los libros, desperdigados por el suelo. Se lo tenía merecido, pero como se había sentida herida en su ego, fulminó a más de uno con la mirada cuando recogió sus pertenencias. Cuando  las clases acabaron, intentó ligar con Luis, sin éxito. No estaba acostumbrada a que la rechazaran, sino todo lo contrario, a ser ella la causante de la amargura de muchos chicos que una vez  le confesaron sus sentimientos. A pesar de ser la que iba más maquillada y mejor vestida de la clase, no caía bien a todos, pues  era muy repelente el tipo de persona caprichosa que tenía que tener todo cuanto se le antojara y cuando ella quisiera.  


Desde que Kuni conocía su origen, no podía evitar sentirse un poco incómoda cuando estaba cerca de Tonelius, aunque no quería que se abriera una brecha entre los dos. Hizo los deberes que le habían mandado sobre la repulsión de los malos espíritus y corrió escaleras abajo para salir hacia el bosque. Las flores parecían bailar sobre la hierba, el viento mecía las ramas de los árboles, que daban una agradable sombra para descansar. Vislumbró no muy lejos de donde ella estaba una silueta humana. Se escondió tras una secuoya centenaria y miró con más atención. Sólo veía su cuerpo de espaldas, con un largo cabello ondeando al viento. Alrededor de la forma femenina se iba formando una neblina que difuminaba su imagen. Kuni pestañeó un par de veces, sin dar crédito a lo que ocurría y entonces la silueta desapareció. Ni que el bosque tuviera efectos alucinógenos sobre las personas... 


Dragon se acercó a Elisée y le preguntó:
__Eli, ¿te ocurre algo? Llevas todo el día aquí sentada.
__Tranquilo, sólo quería relajarme un poco, nada más.
Se sentó a su lado y preguntó en voz casi inaudible: 
__¿Estás así por Draco?
Ella apartó la mirada bruscamente porque de  sus ojos empezaban a fluir las lágrimas. Se quedó con los hombros abatidos. Sin querer, soltó sollozos entristecidos. Dragon había dado en el clavo.
__Siento que me veas así. Se supone que debemos ser fuertes, pero... 
Dragon la abrazó con fuerza y Elisée se sintió avergonzada, no quería molestarlo. 
__Cuéntamelo Eli.
Ella le comentó sus miedos, la situación por la que estaba pasando.
__Bueno... quizá sólo necesite un poco de tiempo. No creo que te esté engañando con otra, te quiere muchísimo. 
__Gracias, Dragon. Es posible que me sirva de consuelo decirte que te quiero mucho. 
Por fin tuvo valor para levantarse e irse a su cuarto. Era tanto el cariño que se profesaban...


Era de noche y Kuni dormía, pero en medio de su sueño, sintió como si fuera elevada sobre su cama, sostenida por una fuerza indefinible  y movida hacia el aire frío. Su fino vestido a modo de camisón mostraba las curvas de su cuerpo. Su cabeza caía hacia atrás, descubriendo un cuello pálido y delicado, su cabello flotaba, su mano colgaba a un lado, mientras que sus piernas estaban expuestas al frío nocturno. Unos labios gélidos se aproximaban a su piel, la cuál era recorrida con sumo cuidado y lentitud. Era una sensación que le era placentera, para tratarse de un mero sueño. Despertó un poco atolondrada sobre sus sábanas revueltas, cubiertas levemente por su sudor. Se fue al baño y al mirarse en el espejo se dio cuenta de que tenía una pequeña marca rosácea en un lateral del cuello. Lo que le vino primero a la cabeza fue que un mosquito la había picado. 
Quedaban apenas dos días para terminar el mes de abril. Llegaron dos alumnos con retraso a la primera clase, pero Siliska era bastante compasiva en este punto, lo que al resto de profesores no les hacía mucha gracia. Estaba explicando cómo era Lunarett el año que los dragones murieron, pues para ellos la vida sin la diosa no era la misma. Marina miraba al horizonte mientras jugaba con las puntas de su cabello. Estaba tan acostumbrada a que los chicos fueran detrás de ella que el rechazo de Luis le había sentado fatal. Al principio Kuni se rió un poco de la ironía de la situación, pero le acabó dando pena. La maestra le formuló una pregunta a la despistada, y como era de esperar, no obtuvo respuesta.  
__Señorita Turonni, por enésima vez, está usted distraída.
__¿Qué...? yo...yo..._balbuceó realmente avergonzada_. Lo siento, es que me he perdido.
__Ya veo. Tiene un punto negativo por falta de atención en clase. 
La maestra prosiguió con la clase.
__¿Alguien podría decir por qué los dragones eran sagrados?
Kuni tenía la respuesta en la punta de la lengua, pero Dylon se le adelantó.
__Porque la diosa Kia los creó a partir de su propio fuego, eran su creación más preciada; eran temidos como criaturas magistrales y posiblemente peligrosas y  los respetaban también por temor a encender la cólera de Kia. 
__Muy bien. Eran seres protegidos por Kia. Sin embargo, no soportaron la pérdida de su creadora y poco a poco fueron muriendo.  


Aunque Kuni había intentado disimular la extraña marca del cuello, su amigo se había dado cuenta y por desgracia, lo malinterpretó completamente. 
__Kuni, ¿qué es eso que tienes en el cuello?
__Mmm...¡ahh, esto! Bahh, una picadura de mosquito.
__Vaya, pues cualquiera diría que se parece a  un "chupetón".
__¿Qué dices?¿Cómo va a ser...?
__Entonces, ¿por qué te pones nerviosa?
__Es que no sé qué es exactamente.
__Ya...pues cuando lo sepas me lo dices_dijo alejándose.
__¡Dylon! <<Lo que me faltaba, que se pusiera celoso.>>


Estuvieron el resto de la mañana sin dirigirse la palabra. Dylon apartaba la mirada y ella, por su parte, intentaba concentrarse únicamente en la lección.
<<¿Por qué se pone así conmigo?>>
<<Tiene novio y no me ha dicho nada.>>
El orgullo les impedía pedir perdón, por muy heridos que se sintieran. Sonó el timbre, como si de una liberación se tratase, y Dylon se fue corriendo, mientras que ella se teletransportó a su habitación. Tenía ganas de llorar tanto de tristeza como de impotencia por haber dejado que las cosas se le fueran así de las manos. El resto de la semana básicamente transcurrió igual. Como era domingo le dijo a su padre que pasaría el día fuera (él ya sabía a dónde le gustaba ir) y se llevó una mochila con la comida y demás. Se sentó en su lugar preferido para estar sola, pero tuvo que coger el paraguas rápidamente para no mojarse con las gotas de lluvia que empezaban a caer.  Se tuvo que subir al árbol porque la tierra ya empezaba a estar incómodamente húmeda. Se estaba acomodando en una rama gruesa cuando sintió que se le erizaba el vello de la nuca. Si no fuera porque se había dado la vuelta habría pensado que era un producto de su imaginación. 
Allí estaba, empapado, con las puntas de su flequillo goteando sobre los ojos, mirándola sin apenas pestañear. Creía que se iba a quedar sin respiración cuando él avanzaba hacia ella. De un salto, bajó del árbol. 
__Volvemos a vernos_.dijo, nada molesto por la lluvia persistente.
__No llevas nada para resguardarte, te vas a resfriar.
__Tú también_. se limitó a contestar. 
Vaya, ni se había percatado de que al bajar se le había caído el paraguas. Estaba ya bastante ocupada embelesándose con la vista de sus músculos bajo la camisa de manga corta siendo moldeados por el agua. Kuni llevaba una camiseta blanca que dejaba entrever la forma de su sujetador. Si hubiera estado más pendiente de su propia ropa se habría sentido  muy avergonzada. De todos modos, no podía creer que estuviera con él a solas. Él enarcó una ceja, mostrando interés,  ya que la miraba lentamente de arriba a abajo, sin querer perder detalle. Hizo que se sonrojara y se tapara un poco con los brazos. Todavía, recordó, tenía la duda sobre la identidad de Ilion. 
__Oye, ¿por qué me dijiste la otra vez que estoy metida hasta el cuello?
__Porque es la verdad, Kuni.
<<¿Cómo sabe mi nombre?>> Su sentido se alertó.
__¿Cómo sabes quién soy? ¿Qué significaba eso?
__Que haces muchas preguntas_.respondió un poco cortante, con ojos como témpanos._Sé que entraste en mi casa sin permiso. ¿Qué buscabas, si puede saberse?
__¡N-nada!_dijo automáticamente_¡Da igual eso! Lo que importa es quién eres tú en realidad. ¿Qué sois vosotros, sicarios o algo por el estilo? 
__Vaya, eso me da a entender que bajaste al sótano y viste cosas que no debías.
__¡¿Qué importa eso?!Debería haber llamado a la policía cuando lo vi. Es más, debería hacerlo ahora mismo.
__Me temo que no te lo puedo permitir.
La agarró por las muñecas con una mano y con la otra le hizo subir la barbilla mientras la apoyaba en el árbol. La obligaba a mirar a sus ojos hipnóticos, y por mucho que se quisiera zafar de él en ese momento le era imposible.
__Da igual lo que creas saber. No sabes lo realmente importante.
__Suéltame y ríndete o mátame, pero no juegues conmigo. No soy una cobarde.
__Yo tampoco lo soy. Sé lo que eres.
Sus palabras la dejaron a cuadros. No, no podía saber que ella era una Lightness, era imposible, se dijo. Acercó su rostro al de ella y separó levemente los labios, de la que asomaban unos dientes perfectamente blancos. El agua le caía por todas partes y bañaba sus hermosos rasgos faciales. Ilion le soltó las manos pero se quedó quieta cuando le acarició el cuello con los labios gélidos en la zona de su marca rosácea. Recordó el sueño y pensó que no podía ser coincidencia, dado que tenía las mismas sensaciones en el cuerpo. Se sentía contrariada, ese chico despertaba en ella tanto el recelo como la seguridad, tanto el odio como el deseo. Casi no pudo evitar que sus brazos rodearan su cuello y cerró los ojos. La lluvia los envolvía con su manto sombrío, el cielo oscurecía por momentos. Ilion se contuvo y recobró la respiración. Kuni se separó entonces de él, confusa. 
__Sin importar lo que descubras siempre vendrás a mí, ¿verdad?
__Yo...no debería estar haciendo esto. Es posible que seas un asesino... 
__Un asesino sin escrúpulos, que no recuerda haber llorado nunca. Ilion significa "el que no llora".
Le regaló una media sonrisa y se marchó, confundiéndose con la niebla que se empezaba a formar. 
Recogió sus cosas y se llevó la mano al corazón, que latía con desenfreno. Se duchó con agua caliente y se fue a dormir, rezando para no refriarse.
Al día siguiente, en clase de la señora Pont hicieron pócimas amorosas en forma de perfume, rociaron un par de ratones que tenían en el laboratorio y en cuestión de segundos macho y hembra se acariciaban el hocico. Kuni miró a Dylon de reojo y éste desvió la mirada. Esta semana se dedicaba a tratar temas de romanticismo, pasiones amorosas, etc. Resultaba que el viernes 8 de mayo se celebraba El día de los Pétalos de Sangre, llamado así por el color rojo intenso de las rosas que  los amantes se regalaban este día , en culto a las rosas que Kai regalaba a Kia este día. También era una manera de confesar amor a la otra persona. En la escuela era tradición colgar  un buzón en la puerta de cada aula por la parte de fuera. Kuni todos los años recibía una carta de Dylon y él de ella para decirse mutuamente lo buenos amigos y lo especiales que eran. Como prefería ser mordida por un murciélago antes que dejar que su amistad con él se fuera al traste, le escribió una carta. Le contaba que quería hacer las paces con él, le recordó lo bien que lo había pasado a su lado durante el baile...
Al día siguiente cuando intentaba acercarse a él siempre estaba hablando con alguien y ella no era del tipo de persona que interrumpiera las conversaciones. Acabó tirando la toalla. Dylon no quería verla mal, aunque reconocía que también se había sentido dolido, y pensó que ni siquiera la había dejado explicarse. Se sintió el ser más rastrero del mundo. Al terminar el sonido del timbre, ella ya se había ido. 
Llegó el esperado día. Las chicas enloquecían  de felicidad y los chicos se ponían nerviosos. Dejaron libre la tercera hora de clase para que los alumnos pudieran mirar en el buzón, aunque las cartas las repartía el profesor Black "para no atolondrar al personal", decía él. Todos estaban sentados, algunos temerosos de recibir carta o no, y otros que simplemente pasaban del tema. Marina batía de nuevo el récord con 20 cartas. Dylon se sorprendió cuando sobre su escritorio el profesor depositó la carta de Kuni. Ésta se alivió bastante al recibir la de él. Luis recibió una carta de Marina y tres más. Interesara o no este día, al final todo el mundo se animaba. Cuando el profesor hubo terminado de repartirlas todas, gritaron al unísono:¡Feliz día de los Pétalos de Sangre! Kuni no podía esperar para desvelar el contenido de esa  bendita carta. Dylon le pedía disculpas, la elogiaba, le recordaba a su vez la noche del baile. Además, también había dejado un pequeño tallo con una rosa  roja. Cuando la hora estaba terminando y todo el mundo iba a su bola, Kuni se levantó para ir a abrazar a su amigo, que le volvió a pedir perdón por habérselo tomado tan a la ligera. 
__Lo que importa es que seguimos siendo amigos_. dijo mirándolo con ojos brillantes. 
Ella le dio un beso en la mejilla y él se sonrojó por tantas emociones repentinas.
Después de comer subió a  la torre, donde estaba su habitación  y vio la ventana que daba al mar estaba abierta. Encontró algo encima del escritorio. ¡Una carta y una rosa roja! Era un sobre negro en el que no había nada escrito. Tras poner las rosas en agua, sacó la carta. No podía ser,¿un admirador secreto? En la parte superior del papel estaban escritas las iniciales I . L . No hacía falta ser una lumbrera para saber que era Ilion Lune. Con preciosa caligrafía estaba escrito un poema y una canción que él mismo había compuesto. Le contaba también que sus hermanos, junto con él, formaban un grupo de rock que solía tocar en el pabellón Artes Marte. Quería creer todo lo que le decía. Su carta le encantó, nunca había recibido ninguna que no fuese de Dylon y menos de alguien que supuestamente estaba colado por ella. Decidió darle el beneficio de la duda al chico que hacía que su corazón enloqueciera. 


Nocturna tocó a la puerta con los nudillos y desde dentro se oía la voz aterciopelada de Elisée, que le decía que podía entrar. 
__Richard y los demás han terminado su castigo,¿verdad? 
__Sí, tienen alguna quemadura y están un poco desnutridos, pero se lo merecen. 
Elisée incluso sintió lástima por ellos. Nocturna se sentó en la cama con ella. 
__Sé que Draco y tú estáis pasando por una pequeña crisis. Últimamente sólo piensa en él mismo. Puede que solamente necesite un poco de soledad  o... puede que ya no te quiera.
Nocturna esbozó una sonrisa cruel al ver que sus palabras la herían profundamente.
__Si no, ¿por qué sale siempre de noche él solo? Me atrevería a decir que se mete en locales de copas y buena música a buscar compañía. Pero no sufras por eso, seguro que Dragon está loco por ti. Deberías devolverle la pelota a Draco.
Elisée siempre había tenido mal de amores hasta que conoció a Draco, a quien amaba por encima de todo.
__Pero yo sólo tengo ojos para Draco, que es mi novio.
__Ya te digo yo que si quieres sentirte mejor, deberías vengarte. Además, Dragon es mucho mejor.
Salió del cuarto con ojos calculadores y rió para sus adentros. La  luna se alzaba sobre las montañas y Draco aún no había vuelto. Pensó que quizá debía rendirse ante los hechos y aceptar que posiblemente Nocturna tuviera razón. Salió al balcón y encontró a Dragon apoyado en la balaustrada, mirando el cielo estrellado. Se quedó parada detrás de él, indecisa y confusa. ¿Y si Nocturna estaba mintiendo? La verdad era que no tenía pruebas ni para pensar una cosa ni la otra, pero, aún así...
Se puso a su lado y éste se volvió hacia ella con una sonrisa a modo de saludo.
__¿Estás mejor? ¿Has hablado con él?
__No, y no estoy segura de lo que debería hacer. Pensé en lo que dijiste, aunque ahora ya no sé si quedan esperanzas. Creo que podría darte a ti una oportunidad, si te gusto.
__Esto...¿realmente quieres eso? Todavía le quieres, estoy seguro.
No quería utilizar a Dragon, eran amigos. Sin embargo, una parte de su corazón le decía que podría funcionar si tuviera una relación con él. De todos modos, le daba miedo que tarde o temprano se enfrentaran a la "maldición de la Lightnes". Lo miró con ojos suplicantes y lo rodeó con los brazos. Por ella estaba dispuesto a hacer lo que hiciera falta y la abrazó también. Se miraron a los ojos azules   y ella se atrevió a besarle. Después, el joven la besó con más intensidad y le acarició el cabello castaño oscuro. Sólo quería abandonarse al momento y entregar una parte de sí, la que reservaba para el amor. Nada merecía ya la pena para ella, era como un modo de morir en paz. Dragon la llevó a su habitación. Como ella ya no sabía muy bien cómo actuar, él tomó la iniciativa. Hizo que se tumbara en la cama y se tendió sobre ella. La culpabilidad la recorría, al igual que el deseo que empezaba a generar sobre él. Dragon llevaba cuidado para no ser indiscreto, le acarició el flequillo y vio que dos lágrimas se resbalaban por sus mejillas. Se quitó de encima rápidamente, pidiendo disculpas, y se sentó en la cama. Ella dijo que no era su culpa y apoyó la cabeza en su pecho, entrelazando las manos alrededor de su cintura. Se sentían más unidos que nunca por lo que habían compartido. Ella le dedicó una encantadora sonrisa y se puso de nuevo su ropa, después de darle un beso cariñoso. Con la puerta cerrada con pestillo, nadie los molestaría y se quedaron acostados en la cama, el uno junto al otro, hasta que los primeros rayos de la mañana se filtraron por la ventana entreabierta. Cada uno, con sus respectivos pensamientos, estrechaban entre las manos sus colgantes de plata. Elisée se despidió y salió de la habitación antes de que llegara alguien de la familia. En cantidad de líos se meterían si los encontraban juntos. Bajó al salón, se sentó en el sofá y esperó a que llegara Nocturna. Se dio la vuelta y la saludó como normalmente hacía, y Nocturna se la quedó mirando, inquisitiva. Elisée no soportó su poderosa magia y acabó bajando la vista, haciendo que la otra comprobara lo que quería saber. 
Se quedó helada del susto cuando se percató de que había alguien más; Draco estaba detrás de Nocturna y su rostro mostraba que sabía lo ocurrido. Nocturna ya se había encargado de contarle todo a Draco, cuya cara palidecía de dolor e incredulidad. <<Nocturna únicamente me dijo que ella le había contado que se sentía mal y necesitaba tener tiempo para ella, pero nunca me imaginé...>> Nocturna posó sus ojos sobre  ella con altanería y con una mueca de victoria en los labios. Ahora era Draco el que miraba para otro lado. Elisée no pudo soportarlo más y salió corriendo de la casa, reprochándose a sí misma haberse dejado manipular por la mayor bruja que había conocido jamás. Le dolía más aún haberle hecho daño al chico al que amaba. Nocturna no pudo menos que soltar una carcajada cuando se alejó del resto, pues ambos enamorados habían caído en su trampa. Dragon salió en busca de la muchacha, pero no la encontró por ninguna parte. Tanto él como Draco tantearon la posibilidad de que toda la culpa fuera de Nocturna al meterles ideas equivocadas, enredarlo todo. De todos modos, el novio engañado reconocía su parte de culpa por haber creído a la dama oscura antes de hablar con su novia y haberle sido infiel. Ahora sabía que debía buscarla para explicarle todo, para pedirle perdón y perdonarla. No amaba a nadie más que ni fuese ella, después de tantos años juntos. Desde luego no estaba dispuesto a perderla por ese malentendido. 









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